el viaje iniciático, 15 años después...
que veinte años no es nada cantó alguna vez el gran gardel, y tenía razón… no son veinte, pero sí quince, y aún se sienten como si fuera ayer… sí, así es.... hoy, justamente hoy hace quince años, un domingo 22 de marzo de 2009 y después de tres largos días de viaje sobrevolando ecuador, perú, chile, argentina, brasil, el océano atlántico y sudáfrica, pisé por primera vez y finalmente las ardientes y anheladas tierras africanas…
recuerdo cada segundo y cada detalle como si fuera ayer: el olor de la ciudad al bajar del avión, la primera vez que vi con mis propios ojos table mountain saliendo del aeropuerto, los nervios al llegar a la residencia, el icónico y cálido recibimiento de la espectacular y hasta entonces desconocida para mi yvette broch, el shock al escuchar hablar en ‘inglés’ a theresa, devil’s peak en todo su esplendor justo del otro lado de la puerta de mi habitación, la increíble bienvenida de gustavo, andrés, diego, jaume y nicolás, el interrogatorio respectivo, la primera partida de póker, el primer chicken sándwich con papas del barcelos de la engen, la primera ducha, el dulce proceso de estrenar el room #9 de ginger esquire y de comenzar a convertirlo en mi nuevo hogar africano, disfrutar por primera vez de la gran vista desde mi terraza, dormir desde las 16h00 hasta el día siguiente…
y absolutamente todo lo que ocurrió después y a todas y cada una de todas aquellas increíbles personas llegadas de cada rincón del mundo y que conocí y amé en el transcurso de esos cuatro meses mágicos y perfectos cuyo recuerdo aún me reconforta y emociona…
… 15 años después, aquí estoy… recordando, extrañando, valorando, agradeciendo, soñando, deseando… es increíble todo lo que ocurrió a partir de ese día, tanto lo que quedó registrado en este blog como lo que no, y todas las aventuras, experiencias y aprendizajes que me faltaron por compartir, pero una nunca sabe lo que le depara el destino… y si bien ecuador me recibió con un importante ascenso y muchísimas cosas buenas e impensadas hasta ese momento, las nuevas responsabilidades y obligaciones rápidamente se apropiaron de la mayor parte de mi tiempo, y, al menos en lo que a registrarlas en este blog respecta, las aventuras y desventuras del guayaco en áfrica fueron quedando atrás…
hoy las circunstancias de la vida son otras, totalmente distintas… mucha agua ha pasado bajo el puente y no todo ha sido tan bueno como en áfrica, no todo ha sido tan bueno como entonces: circunstancias laborales, gran inestabilidad política, crisis económica, corrupción, inflación, recesión, decepción, terremotos, pandemias, cuarentenas, toques de queda, supervivencia extrema, delincuencia, exponencial incremento del peligro y la violencia en las calles, desafíos, complicaciones, decepciones, desesperanzas… cada vez son menos y menos asequibles las oportunidades de prosperar en ecuador y tener una calidad de vida como la que conocí y disfruté en cape town, así que la posibilidad/necesidad de emigrar también se va convirtiendo en certeza y una realidad cada vez más y más…
“fue un día marcado por la expectativa, pero también con una suerte de mezcla de esperanza y certeza… la esperanza de que eso nuevo que empezaba sea mejor que lo que yo esperaba, y la rápida certeza de que así iba a ser, certeza que mantengo hasta hoy… esta debe ser la tierra de la esperanza: no conozco a nadie hasta ahora que no tenga la esperanza –si es que no tiene ya la certeza- de que aquí se hará realidad justo eso que vinieron a buscar… y lo que yo vine a buscar comencé a encontrarlo desde el primer día, desde el primer momento…”
lo escribía así hace quince años cuando narraba mi primer día en la escuela y en la ciudad, y lo sigo sintiendo y pensando de la misma manera, por lo que no es difícil adivinarlo: quince años después áfrica me sigue llamando, quince años después cape town continúa seduciéndome con sus montañas y sus playas de ensueño, con su gente alegre y enamorada de la vida…
pero también dicen que no hay que volver a donde se fue genuinamente feliz… será???...
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