el momento más triste...

todo ha sido cronológico hasta hoy… todo, hasta hoy… pero hoy necesito romper esa cronología y pasar por alto las clases, la escuela, el festen, la vida en los townships, el coke zero festival, el cumpleaños de emilio, la garden route, el safari en el kruger park, el cambio de clima, la primera vez en el océano atlántico, y todas las demás experiencias acumuladas hasta ahora…

muchos sentimientos encontrados se mezclan en mi interior… motivos sobran para ser feliz aquí, pero hay uno particular que cada fin de semana te lo impide: las despedidas… cada fin se semana se va alguien y es muy difícil decir adiós, o hasta luego, cuando un amigo se va… y muchos se han ido ya: victor, diego, ekaterina, marion, alessandra, louise, anouk, aaron, shilton, irina, caroline, valerie… y muchos otros están por irse en las próximas semanas…

pero esta semana que empieza hoy –o mañana, según se lo quiera ver-, estoy seguro va a ser la peor… de todas, la peor… gustavo parte mañana para méxico, y lorena vuelve a suiza el domingo próximo, a lo que se suma que la otra ekaterina, mi ekaterina, está volando de regreso a quito justo en el momento en el que escribo estas líneas… y no es que las otras despedidas sean menos importantes, es que, simplemente, es distinto…

gustavo y lorena son, junto a emilio, sencillamente, mi familia en cape town, la mejor familia que podía tener en áfrica… porque sí, porque tuve la suerte de llegar al room number nine, y porque tuvimos la suerte de lograr que lorena se venga a vivir también acá… y el room number nine no es nuestro cuarto en áfrica, ni es nuestra casa… es nuestro hogar… somos una familia, una familia de verdad… lorena y yo vivimos juntos en el 9b, gustavo en el 9a, y emilio en el 2a pero pasa el día aquí, en el 9, junto a nosotros…

y la vida en el room number nine era casi perfecta y nunca más volverá a ser igual, como no volvió a ser igual cuando se fue víctor… su ausencia aún se siente aquí, su alegría, su optimismo… extraño su acento alemán en su casi perfecto inglés, y su aún más evidente acento alemán en su incipiente español… fueron solo dos semanas con él, no quiero imaginar cómo será mañana cuando gustavo ya no esté, el domingo cuando lorena se vaya también, el día que emilio decida irse a un departamento o regresar a chile…

si duele tanto cuando un amigo se va, qué haces cuando un hermano se va???... no lo sé, pero sí sé que fui muy afortunado por haberlos conocido, por compartir tanto cariño y tantos y tantos maravillosos e inolvidables momentos con ellos, porque tengo la seguridad de que volveré a verlos en suiza, en méxico, en chile, en ecuador o en la luna… fui afortunado por tener un hogar y una familia –algo que nadie acá tiene, ni siquiera quienes viven con familias-, por disfrutarlo a plenitud, pero mañana gustavo ya no estará y el domingo lorena también se irá… será entonces cuando tenga que volver al mundo real…