áfrica, al fin...
siempre pensé que el viaje de regreso de alemania a ecuador sería el máximo de cansancio que tendría que soportar en esta vida... sin embargo, una vez más me equivoqué... son las 01h42 del jueves en cape town y, aunque aún tengo el horario cambiado, recién tengo algo de fuerzas para escribir esta tercera entrada, la primera desde áfrica...
llegar hasta aquí ha sido con seguridad la experiencia más dura, físicamente, de mi vida... después de darme por vencido en mi intento de averiguar por qué no dejaban entrar a los negros africanos a brasil, y de ver en la compu memorias del subdesarrollo (cuba, 1968) acostado en el piso del aeropuerto de sao paulo, llegó la hora de abordar...
no obstante el chocante color azul marino de los asientos, el avión de south african airways estuvo mucho mejor de lo que esperaba... muy muy grande, incómodo como todos pero bastante moderno, tuve a mi disposición varias herramientas para sobrellevar las primeras horas de vuelo: juegos de video, canciones, series de televisión, películas...
como siempre no pude dormir casi nada, a lo mucho media hora, justo la media hora en la que sirvieron la cena... para entonces la pimientinha paulista ya era historia, así que cuando me desperté y vi a todo el mundo comiendo me quise morir y, de hecho, me morí de hambre porque no volví a comer nada hasta el mediodía del lunes...
por suerte, travesiando con el control remoto -que, del otro lado, era también teléfono celular con una ranura para pagar la llamada con la tarjeta de crédito- descubrí un canal que en teoría era el más aburrido de todos, pero que fue el que a mi más me entretuvo: el de la imagen en vivo generada por la cámara ubicada en la cola del avión... así me pasé una buena parte de la segunda mitad del viaje intentando olvidar la terrorífica imagen de la pantalla general, que mostraba al diminuto avión en medio de la nada, entre américa y áfrica, y su escaso avance pese al paso de las horas...
además de tranquilo -ya que no hubo turbulencia- fue un viaje 'millonario', si se lo podría llamar de esa manera... en el avión iban a áfrica los equipos sub-17 de boca juniors y cruzeiro, que iban a participar en un torneo con un nombre raro que ya no recuerdo... probablemente viajé con la futura estrella del fútbol mundial, con aquella por quien real madrid, chelsea o inter de milán pagarán más de cien millones de dólares, y yo ni siquiera recordaré que estaba allí, seguramente...
siguiendo con el viaje, cuando ya había amanecido por completo y esperaba con ansias que sirvan el desayuno llegamos a johannesburg, por lo que finalmente no hubo breakfast... allí todo fue más rápido de lo que esperaba: en migración solo me sellaron el pasaporte sin pedirme los papeles de la escuela y ni siquiera el certificado de la vacuna de la fiebre amarilla, por lo que tuve el tiempo suficiente para retirar el equipaje -sí, no lo olvidé- y perderme en la inmensidad del aeropuerto...
una vez encontrado el ingreso a la sala de preembarque nacional, la espera fue bastante corta y casi por las mismas abordamos rumbo a cape town... este último fue el mejor viaje de todos porque fue el más corto de todos -solo dos horas y diez minutos- y porque al ser más pequeño el avión era más cómodo... después de la eternidad del tramo sao paulo-johannesburg el viaje a cape town se me hizo cortísimo, y así fue que llegué...
ya en cape town todo ha sido maravilloso... desde el momento mismo en el que salí del aeropuerto y lo primero que vi fue the table mountain cubierto por sus caracterísiticas nubes y ya no en fotos o videos sino en vivo, supe que iba a amar este lugar...
el traslado del aeropuerto a la residencia estuvo lleno de esa hipersensibilidad tan aguda que solo la sientes así la primera vez que estás en un lugar y todo te entra por los ojos, por la nariz, por los oidos... fue así como, después de dejar a un estudiante donde su host-family, llegué a mi nueva casa, a mi casa en áfrica...
acá el recibimiento fue de película, buenísimo, pero eso ya lo contaré en otra entrada...
hasta aquí llego por el momento... son mis primeras palabras desde áfrica para decirles que estoy bien, que lo estoy disfrutando mucho, que soy muy muy feliz...
llegar hasta aquí ha sido con seguridad la experiencia más dura, físicamente, de mi vida... después de darme por vencido en mi intento de averiguar por qué no dejaban entrar a los negros africanos a brasil, y de ver en la compu memorias del subdesarrollo (cuba, 1968) acostado en el piso del aeropuerto de sao paulo, llegó la hora de abordar...
no obstante el chocante color azul marino de los asientos, el avión de south african airways estuvo mucho mejor de lo que esperaba... muy muy grande, incómodo como todos pero bastante moderno, tuve a mi disposición varias herramientas para sobrellevar las primeras horas de vuelo: juegos de video, canciones, series de televisión, películas...
como siempre no pude dormir casi nada, a lo mucho media hora, justo la media hora en la que sirvieron la cena... para entonces la pimientinha paulista ya era historia, así que cuando me desperté y vi a todo el mundo comiendo me quise morir y, de hecho, me morí de hambre porque no volví a comer nada hasta el mediodía del lunes...
por suerte, travesiando con el control remoto -que, del otro lado, era también teléfono celular con una ranura para pagar la llamada con la tarjeta de crédito- descubrí un canal que en teoría era el más aburrido de todos, pero que fue el que a mi más me entretuvo: el de la imagen en vivo generada por la cámara ubicada en la cola del avión... así me pasé una buena parte de la segunda mitad del viaje intentando olvidar la terrorífica imagen de la pantalla general, que mostraba al diminuto avión en medio de la nada, entre américa y áfrica, y su escaso avance pese al paso de las horas...
además de tranquilo -ya que no hubo turbulencia- fue un viaje 'millonario', si se lo podría llamar de esa manera... en el avión iban a áfrica los equipos sub-17 de boca juniors y cruzeiro, que iban a participar en un torneo con un nombre raro que ya no recuerdo... probablemente viajé con la futura estrella del fútbol mundial, con aquella por quien real madrid, chelsea o inter de milán pagarán más de cien millones de dólares, y yo ni siquiera recordaré que estaba allí, seguramente...
siguiendo con el viaje, cuando ya había amanecido por completo y esperaba con ansias que sirvan el desayuno llegamos a johannesburg, por lo que finalmente no hubo breakfast... allí todo fue más rápido de lo que esperaba: en migración solo me sellaron el pasaporte sin pedirme los papeles de la escuela y ni siquiera el certificado de la vacuna de la fiebre amarilla, por lo que tuve el tiempo suficiente para retirar el equipaje -sí, no lo olvidé- y perderme en la inmensidad del aeropuerto...
una vez encontrado el ingreso a la sala de preembarque nacional, la espera fue bastante corta y casi por las mismas abordamos rumbo a cape town... este último fue el mejor viaje de todos porque fue el más corto de todos -solo dos horas y diez minutos- y porque al ser más pequeño el avión era más cómodo... después de la eternidad del tramo sao paulo-johannesburg el viaje a cape town se me hizo cortísimo, y así fue que llegué...
ya en cape town todo ha sido maravilloso... desde el momento mismo en el que salí del aeropuerto y lo primero que vi fue the table mountain cubierto por sus caracterísiticas nubes y ya no en fotos o videos sino en vivo, supe que iba a amar este lugar...
el traslado del aeropuerto a la residencia estuvo lleno de esa hipersensibilidad tan aguda que solo la sientes así la primera vez que estás en un lugar y todo te entra por los ojos, por la nariz, por los oidos... fue así como, después de dejar a un estudiante donde su host-family, llegué a mi nueva casa, a mi casa en áfrica...
acá el recibimiento fue de película, buenísimo, pero eso ya lo contaré en otra entrada...
hasta aquí llego por el momento... son mis primeras palabras desde áfrica para decirles que estoy bien, que lo estoy disfrutando mucho, que soy muy muy feliz...
genial, me encantó el relato de tu llegada. Queda comprobado que leo tu blog todos los días...
ResponderEliminarSole
Negro!!!
ResponderEliminarHe estado desconectada un par de cientos de horas de ti y tu maravilloso viaje. Lo siento, pero mientras tú vives y experimentas intensamente tu encuentro con África, en la remota realidad de Guayaquil, se mueven las bases de un montón de seguridades (que ahora no lo son más)...En fin, de eso ya hablaremos luego.
He leído al detalle todo tu blog y tus historias, desde hoy 6 de abril, y he ido de adelante hacia atrás (por eso escribo en esta entrada). Y lo he hecho así porque he querido percibir cuánto y cómo has estado viviendo estos días en la inmensidad de ese continente tan lejano de nosotros.
Me queda claro el ritmo tan intenso que has tenido en estos días y cómo has logrado evaluar la realidad de África de una semana a la otra. Tus percepciones han cambiado y eso es bueno, porque quiere decir que cada vez eres más parte de allá que de acá y eso, seguramente, te permitirá disfrutar mucho más tu estadía, pero sobre todo, aprender mucho, mucho más.
En este tiempo ya te has vinculado afectivamente y has roto también con esos vínculos. Intenso, ah? Pero rico, supongo.
Con tus relatos voy armando mi propio dibujo de África, dejándome en el paladar el dulce sabor, de algún momento encontrarme con ese arco iris, con las cuatro cambiantes estaciones, con mi propia holandesa de nombre impronunciable y tal vez con mi propia Oprah jajajajajajaja.
Me alegra vivir África a través tuyo. Me alegra que estés bien y que estés viviendo momentos intensos ... No hay como un viaje largo y de desconexión para encontrar aquello que buscamos (es más, para darnos cuenta de qué es lo que estamos buscando).
Estaré esperando la próxima "entrega" de tu estancia en África. No te aseguro leer todos los días tu blog, porque para leer tus historias, me ocurre lo mismo que para escribir, necesito el tiempo necesario y el humor especial para compenetrarme en tus relatos.
Estamos en contacto. Cuídate. Busca...Busca mucho y encuentra lo que sea que estés buscando. Mientras tanto disfruta y sé feliz con cada nuevo detalle de vida que aprendas de este viaje.
Te quiero mucho. No te voy a decir que te extraño, porque me parece muy egoísta extrañarte cuando se te "lee" tan bien. Solo dejémoslo en lo primero... Te quiero, te quiero mucho...
Pd. Si te queda tiempo...Aprende algo de inglés, pleaseeeee. Jajajajajajajajajajajaja